Cuando un poeta se va, sus versos se nos aparecen como flores en su tumba. Lo único que puede apartarnos la mirada del vacío de la pérdida.
No creo que a Mario le gustaran los homenajes... pero seguro que sí buscaba consuelo en la poesía.
Como hacemos ahora nosotros con la suya:
1 comentario:
¡... que bien elegidas esas flores sencillas..!!
... y gracias por mostrarlos y compartirlos...
abrazos, ch
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