lunes, 27 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Por eso nos convertimos en Daniel Pekín y Alberto Madrid. Castizos y exóticos, cañas y karaoke, bambú con calamares; rascacielos zen y Lavapiés. Para compartir la emoción que nos dejan los escenarios donde se viven nuestras vidas. Las miradas que nos arañan el alma. Aquel instante donde todo se convirtió en otra cosa.
8 comentarios:
Dos personas, un barco.
Saludos y qué alegría que hayan vuelto!
G.
se echaban en falta esas miradas y parece que vuelven renovadas con el impulso del pedaleo post olímpico...
los adictos procuraremos elevar también el listón de nuestros comentarios...
en todo caso, esta vuelta rompe la tendencia de las últimas semanas de que todos los valores bajan...Visiones sube...!!!
abrazos, charles
Una gran alegría, jipis. Se os quiere y se os espera.
http://miguelangelmedina.wordpress.com/
Dos niños, una sonrisa.
Desde Bruselas, os pienso y os echo de menos.
Gracias por enseñarnos a que dos visiones dan otra mirada.
Se os quiere,
Pati.
Bastante que me alegro de esta vuelta a las andadas, digo... a las visiones.
Gracias amigos y un abrazo como el que se dan en este reencuentro.
¡Viva Visiones
Vaya, estas visiones son la primera vez que las veo. Aunque al observar reconozco a los ojos que miran como a unos ojos vecinos, distnates pero cercanos.
Ánimo, y seguid poniendo la palabra donde poneis el ojo.
Uno de esos novatos que os leía.
Siempre un PLACER releer a los queridos. Siempre dantesco ver a alberto cepillarse los dientes. Siempre ganas de ver visiones...
Elisa
Ya se os echaba de menos. Qué bueno que volvistéis!
Publicar un comentario