lunes, 16 de noviembre de 2009

Un 'viaje' alternativo


Hace unos días, un amigo me relataba con cierta decepción una visita que había hecho a los Guerreros de Terracota. Yo, recién llegado de un viaje por Xian y por supuesto de ver esta maravilla, me esforzaba en comprenderle, aunque no compartía su opinión. “Es como un parque temático”, insistía mi amigo. “Hombre, algo de razón tienes. Hay muchos visitantes, están en un lugar muy frío...”, contestaba. Y él asentía.

Pero por dentro pensaba en lo interesante que me pareció la visita, en el viaje interior que, mientras me abría paso entre los turistas, hacía a través de los libros que había leído, de los documentales vistos, buscando los conocimientos aprendidos para contrastarlos in situ. Era como volver al pasado en un lugar que tal vez no invitaba a ello, imaginando como hubiese sido quedarse encerrado en las galerías y transitar entre los miles de soldados de terracota con una antorcha de fuego y poder ver sus rostros impertérritos, preparados para la posteridad.

En una de esas estaba cuando de pronto vi una imagen extraordinaria de unos cuantos guerreros, parcialmente iluminados por los rayos del sol que entraban por los ventanales. Era como un juego de luces y sombras que rompían con la monotonía del lugar, con la luz uniforme, con las filas interminables de soldados. Gracias a esos rayos de sol, algún que otro soldado cambiaba de rostro por unos segundos, se hacía diferente y, al menos para mí, adquiría vida. Saqué mi cámara e hice diez fotos, hasta estar totalmente satisfecho. Puede que la realidad no fuese así, que los tonos fueran diferentes (¡qué más da!) pero es la imagen que mejor transmite lo que yo sentía.

¿Cómo no iba a disfrutar de esta visita? De alguna forma, en aquella nave industrial de grandes ventanales, yo había disfrutado de una perspectiva privilegiada. Ni siquiera un grupo de turistas que atendían sin pestañear a su guía en el lugar en cuestión habían reparado en la visión. Esto me lleva a pensar que ese día podía haber visto cualquier cosa, a saber, un soldado haciendo estiramientos después de miles de años o un par de ellos que se cambiaban de lugar. Aquel día, estaba predestinado a hacer un gran descubrimiento desde el momento en que decidí embarcarme en mi particular viaje al pasado.


Visiones de todos


2 comentarios:

Guille dijo...

Hay algún sitio donde podamos ver más de tus fotos?
G.

Planelló dijo...

Cuelgo las fotos de todos mis viajes en esta dirección. Un saludo!

http://www.flickr.com/photos/jorgeplanello/