lunes, 15 de diciembre de 2008

Presencias (Esculturas de Madrid)

Federico García Lorca ve pasar el mundo encogido en la plaza de Santa Ana. Humilde, como si lanzara al aire una paloma a cada rato. Su rutina son frívolas conversaciones en las terrazas de al lado, niños jugando de un modo siempre único en columpios formato estándar, y jóvenes que creen que emborracharse y gritar -sin más- es trasgresor. De vez en cuando, se le dibuja un atisbo de sonrisa, un reflejo en su pupila. Se reconoce en el caminar de una muchacha, en un viejo que mira los tejados, y siente así que le han matado un poco menos.

En plena Castellana, una diosa griega se tira de los pelos ante la incesante barbarie del tráfico. Al lado, una de esas gordas insulsas de Botero sigue recostada, mirándose en un espejo diminuto, dando a entender que la vida es, sobre todo, cómo uno se lo tome.

Quevedo tiene celos de las oficinas de publicidad que hay en su plaza. Observa sin inmutarse, pero decepcionado, lo que pasea por delante. Y cuando por fin no se oyen pasos en Chamberí baja a ver los periódicos que se acumulan en la trasera de los kioskos antes de que abran. Y enseguida vuelve travieso a su pedestal y se le ocurren discursos, pareados, editoriales, cartas como ganchos en el estómago. Tanta carnaza de marrano pide a gritos la lamina hiriente de su afilada pluma.

Una chica de bronce indecisa, recién salida del instituto, (o puede que del primero año de Bellas Artes o Arquitectura, por el tamaño de su carpeta). Su mirada se pierde para alcanzar nuestras dudas. Nos pregunta el por qué de nuestro paso apresurado. Y si le das tiempo a su inocencia, nos puede hacer ver hasta qué punto nos traicionamos, cuánto hicimos aquello que detestamos y dijimos que nunca haríamos Y sin abrir la boca, te pregunta en qué momento dejaste de ser adolescente, qué primer día creíste que no todo se podía cambiar, y los besos dejaron de ser puros. O no.

4 comentarios:

Guille dijo...

2000 km más al sur, delante de un teatro, una cara enorme te mira sin importarle dónde estés (que es lo importante).
Un saludo, estupendo post y buena foto.
G.

Anónimo dijo...

fantástica esa chica de bronce... lástima que no se vea en este blog y lo incluya en su curriculum cuando sea aspirante a cátedra de bellas artes o se presente a un importante concurso de arquitectura...

si la ves háblale de otra escultura de bronce de un guerrero acostado en una rambla...

abrazos, ch

Anónimo dijo...

Se lo han llevado al TEA! Ayer pasé por la rambla y no estaba? Creo que es "sólo" un préstamo.
Saludos (ya desde Tfe)
G.

Anónimo dijo...

¡Pues agarremos la carpeta y corramos todos! (Quevedo incluido... y la Boterana también)
mejor no perder la inocencia, la naturalidad, la fluidez, la sencillez...

Me ha encantado, como siempre...

Besillos y feliz año

Antena 3...